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Una mina terrestre es un tipo de mina que se oculta enterrándola a poca profundidad u ocultándola sobre la tierra de tal forma que el explosivo que contiene detone al ser activada inadvertidamente por una persona o vehículo.

Las minas antipersonas o minas antipersonal son un tipo de mina terrestre. Están diseñadas para matar o incapacitar a sus víctimas. Se utilizan para colapsar los servicios médicos enemigos, degradar la moral de sus tropas, y dañar vehículos no blindados. Por ello, se busca sobre todo que hieran gravemente o mutilen, y no tanto que maten, ya que un muerto no causa tantos problemas como un herido. Así, sus efectos más comunes son amputaciones, mutilaciones genitales, lesiones musculares y en órganos internos, quemaduras…

Siguiendo el ejemplo de Canadá, la mayoría de los países del mundo (actualmente, 144) han ilegalizado el uso y posesión de minas antipersonales por parte de sus ejércitos. Las únicas democracias occidentales que no las han prohibido son los Estados Unidos y Finlandia. Otros países, como China, Rusia y Corea del Norte continúan utilizándolas.

Se calcula que hay más de 110 millones de minas repartidas en más de 64 países (la mayoría en África). Cada año más de 26.000 personas mueren o sufren traumáticas mutilaciones debido a las explosiones de estas armas que no distinguen entre combatientes y población civil. Pueden permanecer activas durante más de 50 años después del fin de un conflicto. Frecuentemente no se señalizan las zonas minadas, ya que son lanzadas arbitrariamente desde aviones o desde lanzadoras sin ningún control sobre la zona en que caen.

Es bastante común que el trabajo de cooperación se desarrolle en sitios en los que puede haber minas, por eso hice este documento en el marco de un curso de Proyecto Kalú. En él recojo medidas de prevención y protocolos de actuación ante situaciones causadas por minas anti personas y munición sin explotar.

Tiene la siguiente estructura:

  1. Prevención de Riesgos
    • Esté preparado
    • Busque y comparta información
    • Sea cauto: ¡No se acerque, ni lo toque!
    • Aprenda a identificar los riesgos
  2. Reducción de riesgos: Qué debe hacer si está en una zona minada
    • Protocolos de actuación
    • Rescate
    • Prodding (sondeo)
    • USTED SE ENCUENTRA EN UNA ZONA MINADA
    • Equipo para una zona de riesgo
    • Lesiones provocadas por minas o artefactos explosivos
  3. Bibliografía

Medidas de prevención y protocolos de actuación ante situaciones causadas por minas antipersonas y munición sin explotar

1. PREVENCIÓN DE RIESGOS:

El riesgo es la combinación de la probabilidad de que ocurra un daño y la gravedad de dicho daño. La prevención está encaminada a reducir tanto la probabilidad de que ocurra el daño como la gravedad que éste puede provocar.

1.1. Esté preparado:

– Antes de entrar en zonas donde pueda haber minas, trampas explosivas o munición sin explotar, el personal debe haber recibido una buena formación sobre los riesgos de las minas de un instructor cualificado. O adquiera conocimientos básicos sobre los tipos de minas y artefactos explosivos. Sensibilícese ante los peligros causados por lesiones de minas y artefactos explosivos.

Debe estar usted familiarizado con los procedimientos de seguridad de su organización.

– Donde pueda haber minas, trampas explosivas o munición sin explotar es primordial que todo el personal lo sepa, que se le haya entrenado para evitar esos artefactos, que pueda hacer frente a una emergencia y que esté correctamente equipado. Todo el personal tiene que saber qué hacer y a quién pedir ayuda en una emergencia de mina o munición sin explotar. Todo el mundo ha de tener conocimiento de las normas de seguridad establecidas por su organización para estas situaciones. Debe estar usted familiarizado con los procedimientos de seguridad de su organización.

– Es recomendable que usted haya recibido además formación en primeros auxilios.

1.2. Busque y comparta información:

– Debe preguntar usted mismo, y recopilar información de diversas fuentes, especialmente si no va a recibir una formación específica.

Antes de la salida, puede recabar información general acerca de las minas en el país al que se va a desplazar. Por ejemplo, a partir del Informe publicado por Human Rights Watch y AI: Landmines Monitor Report complilado por el Geneva International Centre for Humanitarian Demining, 1999. También, existen organismos humanitarios especialistas en remoción de minas (como el Mines Advisory Group y Halo Trust en el Reino Unido, Handicap International en Francia y Bélgica, y Norwegian People’s Aid), estos pueden ofrecerle información o remitirlo a otras fuentes. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) lidera también la acción contra minas.

Una vez en el lugar, puede consultar otras fuentes de información aunque no todas ellas serán necesariamente fiables, ni estarán siempre presentes:

• La policía local.

• Las fuerzas armadas locales.

• Las autoridades civiles locales.

• Los hospitales y centros sanitarios.

• Las fuerzas armadas internacionales y observadores militares.

• Las fuerzas policiales internacionales.

• El funcionario de protección de las Naciones Unidas.

• Las organizaciones de limpieza de minas.

• La población local.

• El propio personal de su organización

• Otras organizaciones humanitarias.

– Sobre la población local:

• Si se adentra en una nueva área donde haya lucha activa o se haya producido en el pasado, deténgase con regularidad y consulte activamente a la población local. Aproveche esta ocasión para darse a conocer: explique quién es y cuál será su labor en el lugar.

• Cuando consulte a la población sea preciso con sus preguntas, no se limite a preguntar si hay o no hay minas. Puede formular: ¿Cuánto tiempo hace que está en la zona/ o que está de nuevo en la zona?, ¿conoce usted la historia local de la lucha?, ¿tiene conocimiento de algún tipo de accidente provocado por minas, padecido por vehículos, animales o personas?, ¿en ese caso, cuándo y dónde? , ¿ a qué lugares la población local va y cuáles no va?, ¿ha utilizado usted la carretera o caminos?, ¿se desplaza a pie, con bicicleta, con vehículo, por tracción animal?

• La población local suele crear sus propias «señales de advertencia», pero estos pueden ser difíciles de identificar para los foráneos: un pequeño montón de guijarros o dos ramas cruzadas situadas en el inicio de un camino. Investigue qué tipo de señales utilizan, y si se utiliza un sistema común: si todo el mundo tiene su propia manera, no hay ninguna «señal».

– Las autoridades locales deben adoptar todas las medidas necesarias, tan pronto como sea posible, para que todas las zonas minadas bajo su jurisdicción tengan el perímetro demarcado y estén vigiladas y protegidas por cercas u otros medios para asegurar la eficaz exclusión de civiles.

El personal humanitario debe conocer las señales y distintivos que se utilizan en la zona para identificar los campos minados.

– Si se trabaja en una zona en la que ha habido recientemente problemas con estos artefactos, se deberá estar familiarizado con su aspecto. Los hay de muchos tipos, pero todos ellos pueden causar la muerte y lesiones graves.

– Si ha tenido conocimiento sobre la existencia de un área minada o con artefactos explosivos abandonados, debe informar a las autoridades locales para que coloquen las señales de peligro necesarias.

– Comparta las informaciones y experiencias que haya recabado con el personal de su organización y con otras organizaciones que trabajen en el lugar.

– Si no existen, realice mapas de las zonas minadas o susceptibles de estarlo y lleve un registro de las que se localicen. No es una práctica común para los trabajadores humanitarios generar y distribuir la información que obtengan sobre las minas. Sin embargo, siempre que sea posible, las minas o las zonas minadas deben ser marcadas y registradas.

1.3. Sea cauto: ¡No se acerque, ni lo toque!

– Tenga una actitud precavida: muévase por zonas libres de minas, mantenga contacto por radio en las salidas. Siempre que sea posible vaya acompañado, preferiblemente por alguien que conozca la zona mejor que usted.

– Deberá evitar todos los lugares de los que no esté seguro que estén limpios de minas. Esto significa que se ha de tener información exacta sobre la situación de las zonas que aún no se han limpiado de minas. Si duda, no vaya, intente informarse mejor.

– Informe de sus movimientos: a dónde se dirige y qué ruta va a tomar, cuánto tiempo estará fuera y si va acompañado. Si por algún motivo debe cambiar la ruta prevista informe de ello, si no puede comunicar con su base no vaya (no hay comunicación, no hay viaje).

– Al principio de la jornada, deje pasar un tiempo antes de una salida en coche. Recuerde que las minas pueden haber sido colocadas recientemente, de modo que hasta las pistas muy transitadas pueden estar minadas.

– Al conducir, intente utilizar sólo las carreteras asfaltadas, aunque no siempre esto es posible. Conduzca despacio. Si circula por una ruta sin asfaltar conduzca siempre siguiendo las trazas de las ruedas existentes. Evite los baches o los obstáculos de todo tipo: una bolsa de papel, una pieza de ropa, un grupo de ramas, pueden contener minas. Cuando el asfalto termina de repente y se convierte en una pista de tierra y no tiene información sobre la situación que hay más allá, tal vez sea más prudente volver atrás. No conduzca por los lados de la carretera para evitar un obstáculo, para superar a otro vehículo o para dar paso a un vehículo: los lados de la carretera pueden (todavía) estar minados. Por ninguna razón deje la carretera, ni se dirija a los bordes, ni siquiera para aliviarse.

– Después de una lluvia torrencial sea extremadamente precavido, la fuerza del agua puede haberlas desplazado.

– En un convoy deje una distancia de 100 metros entre los vehículos siempre que sea posible.

– Esté alerta a los signos “evidentes”: un cráter de una explosión, un zapato, el cadáver de un animal, un vehículo destrozado, un camino que no parece que vaya a utilizarse, un campo que es demasiado grande y no está cultivado, un edificio con el techo, persianas y puertas intactos, mientras que otros tienen evidencias de haber sido saqueados o habitados, o están destrozados. En cualquiera de estos casos aléjese.

– El personal debe evitar absolutamente tocar o acercarse a objetos que puedan ser una mina, una trampa explosiva o munición sin explotar. Estar cerca de estos artefactos siempre es peligroso y se debe evitar. Ni siquiera hay que acercarse a objetos que parezca que han explotado, o conservarlos. Pueden ser letales o perjudiciales porque:

• Pueden no haber estallado completamente.

• Pueden contener sustancias venenosas.

• Puede ser un señuelo de trampa explosiva.

• El personal humanitario no debe estar en posesión de ningún tipo de arma o artefacto explosivo.

– Rechace cualquier invitación para ver una mina, (una persona local que las haya recuperado y se las quiera mostrar, una zona donde ha explotado una mina)

– No mueva obstáculos de ningún tipo podrían esconder trampas explosivas.

– Por ninguna razón debe intentar desactivar una mina antipersonal o un artefacto explosivo abandonado, como granadas o cilindros. Esta es una labor altamente técnica.

– Evite los paseos desestresantes que pueden conducirle por caminos poco transitados y tranquilos pero susceptibles de estar minados.

No tome riesgos en caso de duda, ¡ siempre de marcha atrás! Puede resultar una recomendación difícil para un trabajador humanitario dispuesto a emprender su misión sin temor por su seguridad. Recuerde que no podrá ayudar a nadie si pone en peligro su vida.

1.4. Aprenda a identificar los riesgos:

– Si es capaz de identificar una mina, MSE o una zona minada estará usted más protegido.

Definiciones:

– Artefacto explosivo: Todas las municiones que contienen explosivos, materiales de fisión o fusión nuclear y agentes biológicos y químicos. Éstas incluyen bombas y ojivas; misiles guiados y balísticos; municiones de artillería, morteros, cohetes y armas pequeñas; todas las minas, torpedos y cargas de profundidad; elementos pirotécnicos; bombas racimo y lanzadores múltiples; dispositivos accionados por cartuchos y propelentes; dispositivos electro explosivos; dispositivos explosivos clandestinos e improvisados, y todos los elementos o componentes explosivos similares o conexos.

• Mina: Munición destinada a ser colocada debajo, encima o cerca del suelo o de cualquier otra superficie de forma que la presencia, la proximidad o el contacto de una persona o vehículo provoca su detonación. Las minas pueden permanecer activas durante décadas.

• Campo de minas: Superficie de terreno que contiene minas, hayan o no sido sembradas siguiendo un plan determinado

Mina antipersonal: Mina que estalla por la presencia, cercanía o contacto de una persona y que puede incapacitar, lesionar o matar a una o más personas. Las minas dispuestas para detonar por la presencia, cercanía o contacto de un vehículo y no una persona llevan dispositivos anti-manipulación, por lo que no se consideran minas antipersonal.

Municiones sin estallar (MUSE) [unexploded ordnance (UXO)]: Municiones explosivas que han sido espoleteadas, cebadas, armadas o preparadas para su utilización o ya utilizadas. Pueden haberse disparado, tirado, lanzado o proyectado, pero siguen sin estallar, ya sea debido a un fallo, un error de concepción o a cualquier otro motivo.

Zona minada: Zona peligrosa por la presencia, presunta o confirmada, de minas.

– La mayoría de las minas se ocultan, generalmente a 15cm por debajo de la superficie.

– Existen una gran cantidad de modelos (más de 600 tipos diferentes) se pueden agrupar en dos categorías: antipersonal (AP) y minas antitanque (AT)

– Las minas antipersonal se presentan en diferentes formas, colores y tamaños. Pueden estar fabricadas de madera, hierro, metal o plástico. Pueden tener forma de pelota, rectangular, cuadrada, de cilindro, de cono o cúpula.

– Suelen ser difíciles de ver. Pueden estar enterradas, escondidas entre el pasto, camufladas entre los árboles, o flotando en el agua. También pueden estar mimetizadas en tarros, juguetes, cajas, ollas o en cualquier cosa que parezca inofensiva como un zapato, una cajetilla de cigarros o dentro de una bolsa.

– Son señales de sospecha de la existencia de minas antipersonal: la presencia de animales heridos o muertos, mutilados sin razón conocida, así como de árboles quemados o caídos, la presencia de alambres o detonadores, o un cambio inusual en la vegetación o en la tierra.

– Los lugares donde han ocurrido enfrentamientos armados, donde haya trincheras o campamentos abandonados, lugares poco transitados y desiertos, bases militares y estructuras de telecomunicaciones o eléctricas son zonas susceptibles de estar minadas.

– Las minas antipersonal se desplazan por las lluvias, el desbordamiento de los ríos, mareas, inundaciones, deslizamientos de tierra, por los temblores o por terremotos. Con el paso del tiempo y la intemperie las minas se oxidan y pueden cambiar de color y de apariencia pero siguen siendo artefactos explosivos letales.

2. REDUCCIÓN DE RIESGOS: QUÉ DEBE HACER SI ESTÁ EN UNA ZONA MINADA

2.1. Protocolos de actuación

– Desgraciadamente, rara vez se sembrará una sola mina. Debe usted considerar esta premisa: Cuando hay una mina, probablemente haya más.

Al reconocer una señal de prevención o de peligro de minas antipersonal en el lugar donde se encuentra, debe entender que se trata de un área minada.

– Por ninguna razón deben quitarse estas señales. Deténgase inmediatamente, y regrese por el mismo camino por el que llegó, siguiendo sus huellas si estas son visibles. Prevenga a otras personas que vayan por el área o camino.

– No se deben tocar objetos abandonados y desconocidos. Tampoco se debe tirar nada sobre ellos, ni patearlos o golpearlos, ni intentar quemarlos.

En caso de que explote una mina o artefacto o si cree encontrarse en una zona minada: No actúe impulsivamente mantenga la calma.

– Si ha recibido formación específica sobre minas o artefactos explosivos sea disciplinado y, reflexione sobre las posibilidades que tienen de salir ileso y actúe en consecuencia.

– Tan pronto como se pueda hacer con seguridad, notificar el incidente al superior jerárquico y a las autoridades locales responsables. Recuerde que no es seguro utilizar la radio ni el teléfono móvil o por satélite cerca de minas, trampas explosivas o munición sin explotar, pues las señales de radio pueden detonar esos artefactos.

– Si va usted a pie o en bicicleta en el momento de la explosión, deténgase, dé la vuelta sobre sus pies y rehaga el camino siguiendo sus pasos. Si no reconoce sus huellas u otras recientes, deténgase en el lugar donde se encuentra y conciénciese para una situación de rescate que puede tomar varias horas.

– Si va usted dentro de un vehículo en el momento de la explosión, nunca haga alguna de estas cosas:

• No conduzca hasta otro vehículo que ha sido afectado por una mina a toda prisa para socorrer a los ocupantes.

• No salga del vehículo corriendo en cualquier dirección.

– Reducirá los riesgos de lesión si actúa de esta manera:

• Mantenga el control (si es necesario el de sus colegas), valore la situación y la forma más adecuada de salir de la zona si es posible.

• Salga a través de la puerta trasera del vehículo, si no la hubiera colóquese en la parte de atrás pasando por el techo y aléjese del vehículo siguiendo las trazas del vehículo si éstas son visibles.

• Diríjase hasta la próxima zona segura o donde usted crea que no hay riesgo de minas y comunique la situación.

• Cuando las pistas no son claras o no está seguro del camino que debe tomar para retroceder, prepárese para un proceso de extracción que puede durar varias horas. Si cae la noche, sea consciente de que será incómoda, probablemente hasta el amanecer.

– Si no es posible que vengan a rescatarlos (no tienen radio por ejemplo), se llevará a cabo un extracción mediante prodding.

2.2. Rescate:

Encontrarse en una zona minada sin posibilidad de retroceder es una situación difícil de enfrentar. Mantenga la calma, evite reacciones impulsivas y tome consciencia de la situación.

– El personal debe seguir cuidadosamente estas instrucciones:

• Nunca se apresure a ayudar, incluso si la víctima está gritando y sufre hemorragias. Todos deben tener siempre en cuenta que donde hay una mina es probable que haya otras, y ese intento de ayuda puede acabar con más víctimas.

• Sólo una operación planificada y controlada de rescate cuando la víctima todavía está viva puede salvarlo. Cuando no hay equipos de especialistas en la zona, se les puede convocar al lugar dentro de un plazo razonable, y cuando existe una razonable posibilidad de que ellos mismos no serán víctimas.

– En esencia una operación de rescate consistirá en:

• Hablar con la víctima y obtener el mensaje de que no se moverá ya que puede haber más minas en sus proximidades. Tratar de calmarlo y explicarle lo que se va a hacer.

• Desde el lugar seguro más cercano limpie un área de unos 1,5metros de ancho mediante prodding. Se limpiará también un área alrededor de la víctima para permitir los primeros auxilios. Se comprobará que no haya otras minas debajo del cuerpo y las extremidades de la víctima.

• En primer lugar la ayuda consistirá en tratar de detener hemorragias vendando las heridas graves. Si no hay vendajes disponibles o no funcionan, se realizará un torniquete un poco por encima de la herida.

• El riesgo de gangrena es a menudo mayor que el de la hemorragia: un torniquete tiene que ser liberado de al menos 30 segundos cada 10 minutos para controlar el riesgo de gangrena. Si hay huesos rotos trate de vendarlos o aplicar una férula para evitar desplazamientos durante el transporte.

• Se efectuará un proceso de prodding para delimitar una vía de salida. La evacuación de la víctima se realizará sólo a lo largo de la ruta de acceso que se haya limpiado.

• No le dé a la víctima ningún alimento o bebida si no está absolutamente seguro de que la vía digestiva no se traspasaron (lo más probable es que usted no sea capaz de determinar esto).

• Se envolverá a la víctima con una manta y seguirá hablando con ella para ayudar a evitar el choque, hasta que el transporte lo lleve a la instalación médica más próxima.

2.2. Prodding (sondeo)

Procedimiento utilizado en el proceso de desminado mediante el cual se explora el suelo para detectar la presencia de minas y municiones sin estallar debajo de la superficie. Significa que usted busca con cautela tanteando cada pulgada del terreno antes de dar un paso en ella. En primer lugar deberá cerciorarse de que no hay cables (de detonación o de otro tipo). Estos cables accionan un explosivo y tienen aspecto de hilo de pesca o de gruesos hilos de araña, a penas son visibles y a menudo están ocultos por hojas y ramas. Si ve uno de estos cables deberá tomar otra dirección, nunca lo toque o trate de cortarlo, pues puede activar la explosión. A continuación se delimita una zona de un hombro de ancho y se sondea metódicamente. La mejor manera es limpiar una zona que permita trabajar de rodillas o agachado.

El prodding consiste en introducir una barra fina cuidadosamente en el suelo en un ángulo de 30 grados, para sentir cualquier objeto duro. Si da usted con un objeto duro (y en una zona pedregosa pueden ser un montón) debe limpiar cuidadosamente la zona de alrededor hasta que pueda ver lo que es. Si es una mina no lo toque ni trate de eliminarla. Márquela y continúe el sondeo. Debe usted controlar la ansiedad y la impaciencia y (la de sus colegas).

2.3. Equipo para una zona de riesgo

– Debería llevar consigo si se encuentra en una zona de riesgo:

• Una emisora de radio en el coche;

• Si es posible, radios portátiles por si debe alejarse de los coches mientras alguna persona se queda allí.

• Un botiquín de primeros auxilios bien provisto que también transportará consigo si debe desplazarse a pie.

• Un equipo de prodding (el prodder puede ser un largo destornillador o un fuerte cuchillo con un filo de 12-15cm de largo. Para percibir los cables de detonación (tripwire) puede ser un alambre flexible y ligero de unos 100-130cm de largo. Esto no le será útil si usted no ha recibido formación específica para su manejo.

• Algo que le sirva para marcar las zonas minadas (si las encuentra).

2.5. Lesiones provocadas por minas o artefactos explosivos

Las heridas de las minas pueden dividirse básicamente en dos categorías: las originadas por las minas de explosión y las generadas por las minas de fragmentación. Las primeras son esencialmente resultado de la onda expansiva. Los efectos de la inercia constituyen la causa principal de estas lesiones. La explosión acelera las partículas del cuerpo, especialmente las de los miembros y los dedos. Como consecuencia, las partes o tejidos más acelerados son literalmente arrancados o revientan. La proximidad de la mina al cuerpo puede ocasionar también quemaduras de diversa consideración. Al mismo tiempo, la metralla que sale disparada por la explosión (piedras, arena, fragmentos de lo que antes era la mina, etc.) produce lesiones secundarias. Los fragmentos pueden variar en su tamaño y pueden o no penetrar el cuerpo. En el primer caso, la gravedad de las heridas depende del tamaño de los fragmentos y de la velocidad con la que se introducen en el cuerpo. Adicionalmente existe un alto riesgo de infección. También un fragmento que «sólo» choca contra el cuerpo puede ser letal.

Por ello y debido principalmente a la gran velocidad de la metralla arrojada por las minas de salto y de fragmentación dirigida, las lesiones que provocan estas armas son múltiples y graves.

Además, el radio de acción es de varios metros, por lo que las personas situadas dentro de él también son acribilladas. Las consecuencias de las lesiones producidas por minas contra personal incluyen la amputación de uno o varios miembros, lesiones musculares y de los órganos internos, ceguera y pérdida de genitales. Las minas antipersonal tienen en su interior puntillas, balines, pedazos de lata, vidrios, combinados con excrementos, con ácidos o venenos para infectar o envenenar a las víctimas.

Bibliografía

– Landmine and UXO Safety Handbook, United Nations Mine Action Service 2000

– Humanitarian Practice Network, Formerly the Relief and Rehabilitation Network. Good Practice Review por Koenraad Van Brabant. Junio 2000

– Marco Lógico. Seguridad. Proyecto Kalú.

– Guía Genérica de la Protección para las Organizaciones Humanitarias. ECHO, 2004.

– Minas Antipersonal en Colombia. Bogotá, diciembre 2001. Publicación del Fondo de Inversión para la Paz: Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH-Observatorios de los Derechos Humanos y DIH y de Minas Anitipersonal.

– Vers un cartographie des mines antipersonnel dans le monde, Jasmine Desclaux-Sachalas

Noemí Juanes

Noviembre 2008

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