La educación en Derechos Humanos, es un elemento imprescindible para impulsar la defensa y el respeto de los derechos humanos en la sociedad. Es importante que, desde que el niño comienza la etapa de educación primaria (6 años de edad) hasta que termina su etapa en la educación secundaria (14 años) los maestros y profesores, sea cual sea la asignatura que impartan, trabajen de manera transversal este ámbito, adaptando los contenidos a la etapa evolutiva del niño (mediante el juego simbólico en primaria, mediante debates y foros en secundaria). De esta forma, los niños podrán incorporar a su vida diaria los valores de solidaridad, respeto y tolerancia, interiorizándolos y convirtiéndolos en actitudes.
La elaboración y puesta en práctica de normativas y políticas de EDH debe desarrollarse y concretarse en sus tres vertientes de educación: mediante la creación de materias específicas con contenidos de derechos humanos, a través de un enfoque transversal de EDH, y garantizando el respeto efectivo de los derechos humanos en los centros escolares. Las Naciones Unidas y el Consejo de Europa han subrayado la importancia de este triple enfoque y han impulsado planes e instrumentos para garantizar su puesta en práctica por parte de los Estados.
La escuela es el principal espacio socializador en la vida de un niño. En ella, conseguirán los conocimientos formales y teóricos necesarios para desenvolverse en el mundo que los rodea. Pero no hay que olvidar, que igual de necesarios son los conocimientos llamados “no formales”, esos que no aparecen en los libros de texto y que no se deben estudiar, sino vivir en primera persona. Por este motivo, lo que un profesional de la educación encontrará en este trabajo, es un material didáctico que consta de cinco sesiones, en las que poder trabajar de manera directa con el alumnado el ámbito de la Educación en Derechos Humanos y la educación para la paz. Valores como la solidaridad y el respeto, de una forma lúdica y participativa. Las sesiones se pueden adaptar a la realidad y al nivel madurativo de cada grupo, al contexto de la escuela y a la edad de los alumnos/as. De esta forma, los/as alumnos/as podrán ir profundizando en este tema, y podrán ir extrapolando los contenidos de estas sesiones a su realidad personal, en su casa, con su familia, en su sistema social (sistema de aprendizaje de lo “micro” a lo “macro”).
